Rincones con encanto

Hoces del Río Duratón (Septiembre 2011)

Hoy quiero mostrar uno de mis rincones favoritos de la provincia segoviana, un rincón con encanto y uno de los más conocidos de Segovia, se trata del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y de la Ermita de San Frutos, patrón de los segovianos.

Un lugar idóneo para estar en contacto con la naturaleza, para pasear y evadirte de todo el bullicio de las capitales, para ver pasar a los buitres leonados autóctonos de la zona y para hacer piragüismo en un entorno mágico.

Ermita de San Frutos (Septiembre 2011)

Tampoco voy a contar nada que no sepa cualquier segoviano, porque de sobra es conocido este lugar por casi todos. Para los de fuera solamente decir que es un lugar obligado en una visitar larga por Segovia. Eso si, llevad calzado cómodo que hay que andar. Además pega el sol casi siempre, da igual la estación del año, la última vez que yo fui iba abrigada porque venía de pueblos del este segoviano en los que hacía más frío (véase Riaza, Ayllón o Maderuelo) y allí pasé un calor horrible.

Esta de aquí abajo es una inscripción que explica lo que hay bajo el altar de la Ermita de San Frutos: un sillar que recibe el nombre de "piedra del santo". Como bien leemos, la tradición dice que si se dan tres vueltas se le curará la hernia (alomejor con otras enfermedades también ocurre, no lo sé, a tanto no llego) y con menos vueltas desaparecen los dolores. Yo esto no me lo creía, y hace poco fui a comprobarlo (aprovechando una visita de mis familiares canarios) y a ver lo estrecho que es el lugar. Me dió un poco de claustrofobia y no pasé por la piedra (tampoco pensaba que me fuera a curar de lo que sea que pudiera tener pasando por la piedra, pero vamos, que la gente lo suele creer, así es la fé), pero me quedé con la curiosidad de saber si de verdad cabe alguien (aunque ya me han dicho varias personas que si, que han pasado y que se cabe perfectamente).

Ermita de San Frutos (Septiembre 2011)

Pues lo dicho, no dejéis de visitar la provincia de Segovia, está repleta de rincones preciosos como este.
¡Saludos!